lunes, 17 de noviembre de 2014

Epidemiología

El cáncer cervicouterino (CaCu) es una alteración celular que se origina en el epitelio del cuello del útero y que se manifiesta inicialmente a través de lesiones precursoras, habitualmente de lenta y progresiva evolución en el tiempo, que se suceden generalmente en etapas.
En Chile, el CaCu constituye un importante problema de salud pública. El año 2008 fallecieron 636 mujeres, ocupando el sexto lugar entre las muertes por cáncer en la mujer. De acuerdo a las estadísticas oficiales del Ministerio de Salud, la tasa total de mortalidad en el año 2008 alcanzó a 7,5 por 100.000 mujeres. La mortalidad en mujeres menores de 25 años es ocasional y el ascenso se produce a partir de los 45 años, aumentando progresivamente. El 48,4% de las muertes se produce en mujeres entre 35 y 64 años. 


A pesar de ser un desafío para la ciencia médica y para los organismos de salud, el CaCu corresponde al cáncer más curable, fácilmente diagnosticable y hasta el más prevenible de todos los cánceres, ya que las alteraciones celulares generadas por el virus papiloma humano (agente causal de esta enfermedad) y las lesiones neoplásicas primarias y más avanzadas, son detectables mediante el Examen de Papanicolaou (PAP), basado en la citología exfoliativa de dichas lesiones.
Los países desarrollados que poseen programas de Papanicolaou han reducido sustancialmente la incidencia y mortalidad por CaCu. En Chile, al comparar la tasa observada de mortalidad entre los años 1987 y 2008 en mujeres entre 25 y 64 años, grupo objetivo del Programa Nacional de Cáncer Cervicouterino, se observa un descenso de un 57,3%. Además, hay que considerar que el 50% de los canceres diagnosticados ocurren en mujeres que nunca se han practicado un PAP, un 10% en aquellas sin tamizaje en los últimos 5 años y un 10% en aquellas con citologías alteradas no estudiadas. 

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